Para sentirnos cómodos durante todo el día, parpadeamos automáticamente. Esto nos ayuda a lubricar y humedecer los ojos para que no se sequen. Si alguna vez has sentido una corriente de aire seco y caliente azotándote en la cara, seguramente sabrás cuál es esa sensación de “tener los ojos como papel de lija”.
El problema es que, para algunos de nosotros, esa sensación de tener los ojos secos e irritados es constante. Algunas veces, los ojos no producen suficientes lágrimas para humedecerlos y esas lágrimas no se drenan correctamente. Este problema es muy frecuente cuando envejecemos. Los especialistas lo denominan “queratoconjuntivitis sicca”, pero probablemente te suene más el nombre de “síndrome de ojo seco”.
Síntomas del síndrome de ojo seco
El síndrome de ojo seco afecta a personas de más de 40 años. Algunos de sus síntomas se incluyen:
- Picazón
- Ojos rojos, inyectados en sangre
- Aumento de la sensibilidad a la luz
Si has pensado: “¡Oye!, eso me pasó la semana pasada...”, entonces piensa en lo que estaba haciendo. Todos hemos tenido los ojos rojos y secos en algún momento. ¿Te encontrabas en un entorno donde hacía calor y había viento? ¿Te encontrabas probablemente en una oficina en la que el aire te estaba dando constantemente en la cara o habías estado mirando la pantalla del ordenador o la televisión durante mucho tiempo?
Una brisa constante puede secarnos los ojos y mirar fijamente a un monitor hace que no parpadeemos con la frecuencia que deberíamos; cuando esto sucede, los ojos no reciben la humedad que necesitan.
Si no estabas atravesando el desierto del Sáhara (ni viendo una larga película sobre este desierto en la televisión) y llegas a la conclusión de que tus ojos se resecan más a menudo de lo que lo hacían antes, probablemente tengas el síndrome de ojo seco.
Tratamiento del síndrome de ojo seco
Aunque es muy común, el síndrome de ojo seco no es algo que simplemente “se pasa”, como ocurre con un resfriado. Tu especialista deberá recetar un tratamiento que debes que seguir si realmente desea aliviar los síntomas.
Estos tratamientos pueden incluir:
Aplicación de colirios: si tienes sequedad crónica, la aplicación de gotas artificiales durante el día puede ayudarte. Ten en cuenta que nuestras lágrimas no solo están compuestas por agua. También contienen otros ingredientes que ayudan a combatir las infecciones y que lubrican el ojo para mantenerlo hidratado.No pienses que si se echas agua en la cara se solucionará. No sucederá.
Pomadas y otros medicamentos: si necesitas un poco de ayuda para que las lágrimas empiecen a fluir, existen algunos medicamentos recetados que pueden ayudar con esto. Consulta a tu especialista.
Cirugía: con la cirugía para el síndrome de ojo seco se pueden cerrar los conductos que drenan las lágrimas. Pero, ¿para qué cerrarlos? Porque de esta forma se puede conseguir que haya más lágrimas en el ojo y así ayudar a que esté más hidratado.
Aunque no existe un método universal para aliviar el problema del ojo seco en todos los casos, los que hemos mencionado aquí han ayudado a otras personas que sufrían este problema. Consulta a tu optometrista u oftalmólogo si estos tratamientos son adecuados para ti.